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Y a veces pienso y me planteo si realmente te merezco y si la vida me dará algún día lo que me has dado tú. Y te agradezco hacerme ver lo que es querer, dejarme ser quien quiero ser y darle sentido a esta vida.

sábado, 28 de mayo de 2011

Le tienes delante, es posible. Y aunque a lo mejor está muy lejos de ti, sueñas que le tienes delante. Silencio, si hablas él te escuchará. Podrías decir la típica tonta coletilla para romper el hielo, dejar caer un suspiro seguido de un "en fin". Pero no quieres hacer eso, conversación aburrida que solo os llevará a reiros de algo que, en verdad, no tiene ningún tipo de gracia. Entonces, ahí está la cuestión. Durante lo que puede ser un eterno segundo una sola pregunta te ronda por la cabeza: ¿Qué coño puedo decirle? Sencillo, fácil, espontáneo, gracioso, irónico, bonito, reflexivo... Pero algo tienes que decir. Puede gustarle, puede molestarle o simplemente puede cambiar de tema como si nunca hubieses hablado. Pero claro, un bonito "qué sol primaveral el de hoy" no sirve de nada. ¿Cómo gritarle que es lo más importante de ti? ¿Cómo explicarle que le quieres desde el primer cruce de miradas? Imposible, seguramente todo acabe en ese estúpido "vaya, hoy hace fresquito ¿no?".

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